sábado, 17 de diciembre de 2011


Rompí brazos, rompí piernas,
rompí en trozos cartas viejas.
Rasgué trajes, abrí celdas
y dejé escapar a las fieras.

Crucé bosques, salté cercas,
pisé arañas, tragué arena,
solté amarras, salté acequias,
comí sapos y culebras.

Corrí en todas las direcciones
sin planear mi estrategia.
Perdí tu rastro y tu amor
en un camino de piedras.

Gané noches, perdí guerras,
cambié sangre por monedas,
resté sumas, sumé restas,
me hice heridas en las piernas.


Corrí en todas las direcciones
sin planear mi estrategia.
Los números de teléfono,
¿hasta cuándo se recuerdan?

Pero no me llames ahora
que podría darme un infarto
y no estoy ya para sustos
tengo un hijo y va a ser notario.


Los números de teléfono,
¿hasta cuándo se recuerdan?
Nunca te volví a ver,
sólo me encuentro a tu vieja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario